La eyaculación retrógrada consiste en un paso anómalo de líquido seminal a
la vejiga durante el orgasmo. Está producida por la ausencia de contracción
del cuello vesical durante el episodio de eyaculación. Están descritas
numerosas causas y, en ocasiones, sí puede existir eyaculación, aunque
de escasa cantidad. Normalmente, no se suele acompañar de otros síntomas
somáticos, aunque en algunas personas puede asociarse a dolor o sensación
de malestar físico.
Para orientar el diagnóstico es necesario evaluar al paciente de forma detallada,
incluyendo enfermedades coexistentes, toma de fármacos, hábitos tóxicos y
la posible coexistencia de otros síntomas urológicos. También es importante
descartar otros trastornos en la eyaculación que podría confundirse con una
eyaculación retrógrada. Esta se puede confirmar mediante la determinación de
espermatozoides en orina (la primera micción tras el episodio de eyaculación
retrógrada).